La historia de un caminante
Este es un trabajo realizado por Marc Antony Gonzáles, estudiante del colegio INEM.
Mi historia comienza cuando vivía en Venezuela, mi lindo y gran país. Soy venezolano de 13 años, mi nombre es poco común, soy Marc Antony Gonzáles Prieto. En mi país, desde hace unos años atrás están sucediendo cosas tristes, pero de igual manera amo mis raices y me enorgullece decir que soy 100% venezolano. Un día mi mamá me dijo “nos vamos a Colombia”… acá estaba mi tía, ya no podíamos aguantar tantas dificultades. Me sentía mal dejando a mis amigos, familiares, mis lugares favoritos, mi tierra, pero nos tocó… a mi mamá le tocó vender todos los ‘corotos’ para reunir dinero y poder venir todos juntos, en total somos cuatro hijos y mis padres. Mis otros familiares lloraron mucho cuando supieron la noticia, pero le decían a mi mamá: “llévalos para que tengan un mejor futuro”, lloré mucho mientras venía…pero luego en el camino fuimos viendo gente muy agradable y sonriente y eso nos calmó.
Vi peajes llamativos, aventuras nuevas, aunque vi también mucho dolor en paisanos míos que venían con más niños y con mucho sacrificio iban caminando. Yo le pedí a Dios en ese momento que los ayudara, y a nosotros también, a llegar a nuestro destino. Pude observar gente buena que ayudaba a mis compatriotas en el camino. Cuando llegamos a Colombia me gustó mucho, aunque al principio fue un poco difícil porque en mi colegio a mis compañeros no les gustaba mucho mi acento. Pero luego entendí y me di cuenta de que lo que dice mi mamá es cierto: “para Dios todos somos iguales y eso es lo importante”. Día a día me he ido adaptando, y me he acostumbrado al ambiente nuevo. Ahora me siento como en casa, le doy gracias al cielo por estar en este país y le explico a la gente que todos tenemos que estar unidos. Siempre llevo a mi país en mi corazón, y a Colombia la quiero mucho.
– Marc Antony Gonzáles.
El proyecto “Mi panita, mi amigo” es una iniciativa apoyada por el Programa de Alianzas para la Reconciliación de USAID y ACDI/VOCA.